El ecocidio de un Monumento Natural en Mérida (Venezuela)
Rubén Alexis Hernández
La
laguna conocida como de Urao, ubicada en la población de Lagunillas, en el
estado venezolano de Mérida, prácticamente ha desaparecido. Y es una verdadera tragedia, considerando la importancia
histórico-social y ecológica para Lagunillas y sus alrededores del cuerpo de
agua más famoso de la historia de los Andes venezolanos, decretado como
Monumento Natural en 1979. Entre otras cosas se trata de una laguna de gran relevancia por haber sido un elemento medioambiental de
primer orden mágico-religioso para los pobladores prehispánicos desde mucho
antes de la llegada de los españoles, y un lugar donde abundaba el elemento
conocido como urao, insumo fundamental para la elaboración del popular chimó,
sustancia de consumo masivo desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días en
tierras merideñas, y cuyo comercio representó hasta mediados del siglo XX una
importante fuente de ingresos para la localidad de Lagunillas y más allá.
Una
verdadera desgracia lo que pasa con la famosa laguna de Urao, otrora maravilla
natural admirada por propios y extraños, pero no sorprende si entendemos lo que
pasa en el mundo entero, donde día tras día la irresponsabilidad de millones de
ignorantes y la codicia infinita de las élites inmensamente adineradas acaba
aceleradamente con los diversos ecosistemas, y amenaza con su desaparición
total y por consiguiente el fin de la especie humana y el resto de los seres
vivos. Si bien en la desaparición de la laguna de Urao intervienen de cierta
manera factores naturales, es indudable que la irresponsable intervención
humana ha sido la mayor causante de la tragedia ecológica aquí reseñada. Y lo
más tiste de todo es que las autoridades a todo nivel, empezando por las del
estado Mérida, saben de la lamentable situación y de sus factores desencadenantes,
y hasta el día de hoy no han hecho nada concreto para revertirla e intentar devolver a
la gran laguna de Urao el esplendor y la
importancia que hasta hace poco tuvo para los lagunillenses y los merideños.
Parece que al final siempre privan los intereses económicos de una minoría
sobre la necesidad vital de cuidar a la naturaleza, y eso que los seres humanos
somos parte indisoluble de la misma.
A
continuación citamos unas propuestas a corto y largo plazo para tratar de
salvar a la laguna de Urao e intentar recuperar el volumen hídrico de antaño,
planteadas en el año 2018 por los especialistas
de la Universidad de Los Andes Omar Antonio Guerrero y Wilber Contreras. En
ellas se aprecia claramente como la intervención humana ha sido en gran parte
responsable de la desaparición progresiva de la histórica laguna, y por tanto
deben atacarse de forma contundente los factores antropogénicos desencadenantes del ecocidio.
“Propuestas
de acción a corto y largo plazo en relación a la disminución del aporte de agua
a la Laguna de Urao:
Paralizar
la construcción de obras civiles en los alrededores de la Laguna.
Recuperar
y restaurar la cubierta vegetal e implementar una veda en la extracción del
junco de al menos dos años.
Restringir
y normar eficientemente la captación ilegal del agua para uso doméstico y
agrícola
Permitir
la recarga de los manantiales con el propósito de reactivar el flujo natural de
recarga del espejo de agua.
Re
direccionar el flujo natural de los manantiales hacia la Laguna.
Instalar
una estación meteorología digital para evaluar la dinámica del tiempo
atmosférico.
Resolver
el problema de los desechos que se tiran en la Laguna.
Normar
las actividades recreativas y restringir aquellas que pongan en riesgos a la
flora y la fauna del lugar
Instalar
un sendero de interpretación de la naturaleza, que permita informar a propios y
visitantes las características de este Monumento Natural.
Aprovechar
las instalaciones de INPARQUES para un museo arqueológico, biológico y
geológico del área.
b) En cuanto a la Sedimentación:
Recuperar
y restaurar la cobertura vegetal.
Restringir
las construcciones civiles en los canales de escurrimiento superficial.
Construir
obras de control de torrentes.
Monitoreo
del proceso de sedimentación y de la batimetría.
c) En cuanto al mantenimiento de la calidad
de agua
Evitar
el uso de agroquímicos y biocidas.
Prohibir
la descarga al medio de hidrocarburos y detergentes.
Evaluar
y mejorar la red de agua negras para impedir que estos productos lleguen a la
Laguna y cause una eutrofización.
Instalar
puntos de monitoreo de la calidad de agua tanto de manera permanente.
Evaluar
la posibilidad de utilizar las aguas subterráneas para recargar el espejo de
agua, a través de un estudio de sondeo
eléctrico vertical
Conseguir
financiamiento para realizar estudio y el monitoreo de los cambios en la
Laguna.
d.
Modificar el decreto del Monumento Natural Laguna de Urao y elaborar un
reglamento de uso.
e.
Actualizar el mapa de vegetación de la zona.
f.
Generar una verdadera política de educación ambiental.
g.
Propiciar la transferencia del conocimiento y la tecnología entre la Alcaldía,
INPARQUES, Universidad de Los Andes y las comunidades locales.
h.
Generar una mancomunidad entre los actores sociales, gubernamentales,
organizaciones no gubernamentales y
académicas que desarrolle este Monumento Natural.
i.
Desarrollar actividades económicas que generen el ingreso a las comunidades
locales, sin poner en riesgo la dinámica natural del Monumento Natural.
Como
se dijo, estas acciones estratégicas de corto y mediano plazo, debe ser la
acción conjunta e integrada, cívica e histórica de la sociedad lagunillense,
merideña y nacional, sin distinción de credos, razas y tendencias políticas, y
en especial, de prebendas grupales y personales, porque el futuro se hizo amanecer en la
inmediatez y exige en calidad de urgencia entrega ciudadana profesional y
acciones del estamento de la red de instituciones que componen el Estado
venezolano” http://lagunadeuraomonumentonatural.blogspot.com/2018/07/situacion-actual-de-laguna-de-urao.html
.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAfortunadamente en la actualidad ( 2023 ) esta laguna ya se encuentra en recuperación de sus niveles de Agua, así lo comenta Osman Ramírez en su artículo reciente publicado en aragua.online
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